En los últimos tiempos, la hermandad de El Juncal ha dado pasos agigantados hacia un futuro penitencial y pasionista. Primero, con la salida en Vía Crucis cada Viernes de Dolores del Cautivo de la corporación. Después, con la incorporación de la Virgen de la Esperanza como titular (recuérdalo aquí) y, finalmente, con la formación de una agrupación musical propia (míralo aquí). Con todo ello, el futuro pintaba de lo más halagüeño, si bien es cierto que no se hablaba de plazos ni más avances a corto-medio plazo. No obstante, todo ha cambiado de manera radical en los últimos días, con una auténtica chicotá hacia atrás.
Y es que desde hace meses las aguas bajaban revueltas por allí. La polémica era la nota dominante a través de denuncias por robo de enseres, sustracciones de dinero, dimisiones y polémicos videos en los que, incluso, uno de los priostes taconeaba sobre el manto de la titular letífica de la cofradía. Por ello, no es de extrañar que desde Palacio se haya tomado cartas sobre el asunto, imponiendo una junta rectora que guiará los destinos de la hermandad desde ahora, siendo su presidente José Antonio Fajardo, antiguo hermano mayor de la Virgen de las Mercedes de la Puerta Real.
Con ello, se pone fin a la gestión de Enrique García al frente de la hermandad, que, por otra parte, se sume en una situación de obligada regeneración y que paraliza, al menos de momento, la progresión que había tenido en los últimos años. Aunque, ahora mismo, más que pensar en el futuro resulta obligatorio separar la paja del grano, librando a la corporación de presencias que no aportan más que problemas y quebraderos de cabeza. Sólo así se podrá avanzar con paso firme, llegando más lejos del lugar en el que se estaba y que se ha perdido debido a esta auténtica chicotá hacia atrás.
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