Durante el año, hay muchos momentos en los que los barrios del extrarradio o, incluso, la provincia arrebatan todo el protagonismo cofrade al centro de la ciudad. Hoy, aunque de un modo bastante peculiar, es uno de ellos. Porque aunque habrá un palio por las calles del corazón de la vieja Híspalis, este no será uno de esos que conoce de siempre, sino uno que pisará por primera vez sus calzadas, celebrando que entre varales y bambalinas lleva enmarcada, aunque cruce sólo desde los pies de la Giralda hasta Triana, a la Patrona de uno de los pueblos más señeros del Aljarafe: Camas.
Porque esta noche, en loor de multitudes, paseará Coronada Canónicamente la Virgen de los Dolores, primera no sevillana, en el sentido estricto de la palabra, que recibe tal distinción en nuestra Catedral y que ayer, en su traslado de ida a la Seo desde la Capilla de los Marineros, dejó muy buen sabor de boca para muchos cofrades que aprovecharon este hecho histórico para conocerla y, probablemente, caer rendidos a sus plantas. Hoy, las emociones se multiplicarán exponencialmente, invitadas por el orgullo de los suyos al verla andar por la capital andaluza, contagiando al resto de una alegría que también regala a raudales la visión de cualquier paso de palio.
Y mientras, a más de una decena de kilómetros de distancia de allí, Torreblanca rendirá pleitesía también a uno de sus Patrones: San Antonio de Padua. Lo hará al modo en el que lo hace siempre y como también lo realizó El Buen Fin el pasado jueves, sacándolo en procesión por sus calles. De este modo, no sólo se reencontrará el barrio con su tradición, sino que también se seguirá paliando, en parte, la desazón que provocó que la hermandad de los Dolores no saliese el Sábado de Pasión, uno de esos días que, como hoy, tiene al extrarradio como principal foco de interés, mientras que el centro, ya sea de un modo u otro, comparte con ellos protagonismo.
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