miércoles, 26 de junio de 2013

Un cambio que nadie notará

La lluvia nos ha dejado sin apreciar muchísimos estrenos en los últimos años. Sobre todo los de corporaciones pertenecientes a las jornadas con las que más se ha cebado, como el Martes Santo o el Viernes Santo. En este sentido, resulta lógico pensar que esta tendencia se habrá visto mucho más acentuada en aquellas cofradías que llevan más tiempo sin salir a la calle, como es el caso de La Carretería, que no sale de su templo desde el año 2010, justo cuando dejó ver por primera vez en su paso de palio una pieza que, salvo sorpresa, no podremos volver a apreciar.

Se trata de los sobrefaldones que ejecutó Jesús Rosado para la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad y que, incluso, no estuvieron terminados hasta 2011, cuando los rigores del líquido elemento comenzaron a hacer de las suyas. Por este motivo, sólo procesionaron una vez y a falta de retoques, por lo que, salvo aquellos que se fijaron en ellos en sus visitas a la capilla en los últimos tres años, nadie los echará en falta a partir de ahora, cuando la junta de gobierno que preside Félix Mezquita ha decidido prescindir de ellos para sustituirlos por un nuevo juego de faldones que realizará Pepe Asián.

Con todo ello, estamos ante un elemento singular de la hermandad de La Carretería que ha pasado al olvido con más velocidad y facilidad de la deseada. Un estreno que pocos percibieron en su día que lo era, que jamás pudo verse al completo a cielo abierto y del que nadie notará su ausencia ahora que ya no está. Un efecto colateral de la lluvia en una de las cofradías que más la ha sufrido en los últimos años y, por qué no decirlo, también una ayuda extra a su junta de gobierno para que no haya más voces discordantes que las justas de cara a este nuevo cambio.

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