viernes, 22 de noviembre de 2013

Broche de oro en Santa Marina

Ayer hablábamos de un altar especial que podemos ver en estos días y hoy volvemos hacer lo mismo con otro. En este caso, se encuentra en Santa Marina, donde la hermandad de La Resurrección está cerrando el Año de la Fe con un triduo extraordinario. Para ello, se ha ubicado en el presibiterio de la iglesia un altar especial, presidido por el titular cristífero de la corporación, que, como siempre, aparece acompañado por su inseparable ángel, al modo en el que ya lo imaginó hace varias décadas el autor de ambas tallas, el inolvidable Francisco Buiza.

Aunque lo que llama la atención es que no son estas las dos únicas imágenes que aparecen. De hecho, a la derecha del Señor están dos Marías cedidas por La Misión y que evocan a las Santas Mujeres que, según las Escrituras, iban camino de la tumba de Cristo cuando este resucitó. Además, a la izquierda se ubica un centurión romano, de Torreblanca, que no solo recrea a aquel que vigilaba el enterramiento a tenor de lo recogido por la Biblia, sino que también evoca una vieja aspiración de la cofradía, que durante años ha sopesado la posibilidad de introducir una figura secundaria así en su misterio. Finalmente, corona toda la escena una cruz flanqueada por un sol y un cirio pascual.

Con todo ello, además de un bellísimo y original altar, la hermandad de La Resurrección también nos regala un particular resumen de los días grandes, puesto que en él están presentes tanto la Pasión, como la Muerte y Resurrección del Hijo de Dios. Una estampa que podrá disfrutarse hasta el próximo domingo, cuando estos cultos finalicen con un besapiés extraordinario. Mientras, la corporación también aprovechará para recoger alimentos no perecederos destinados a aquellos que más lo necesiten. Todo, para predicar con el ejemplo en esta forma diferente de hacer una metáfora de nuestra Semana Santa que, además, cierra el Año de la Fe.

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