Las hermandades de Sevilla siguen moviéndose en su tarea por cuidar y proteger su patrimonio artístico. De este modo, a lo largo de la pasada semana dos de ellas notificaron que van a llevar a cabo tareas de recuperación o restauración sobre piezas importantes de su ajuar o en alguna de sus imágenes secundarias, a fin de sacarlas del ostracismo o devolviéndole todo su esplendos, según sea el caso. En este sentido, una de estas novedades podremos disfrutarla ya en la próxima Semana Santa, mientras que la segunda se hará esperar unos meses más.
Así, en San Bernardo ya han comenzado los trabajos para la introducción en su cortejo de un Sine Labe, una insignia con la que ya contó hasta principios del siglo XX. Para ello, el taller de Jesús Rosado intentará reproducir aquel que hizo Rodríguez Ojeda para la corporación allá por 1908, en terciopelo burdeos bordado en oro. De igual modo, Ramón León se encargará de las piezas de orfebrería. Todo para que el Miércoles Santo pueda salir ya entre los tramos de palio.
Más tarde, tras la próxima Semana Santa, será restaurado por Pedro Manzano el San Juan de la hermandad de El Gran Poder, obra de Juan de Mesa. En este sentido, se trata de una intervención bastante profunda y que no podría desarrollarse en su totalidad de aquí a abril, por lo que la corporación de la Madrugá ha preferido posponerla unos meses para que a partir de la próxima primavera el imaginero trianero trabaje con total tranquilidad. En definitiva, dos muestras más de que nuestras cofradías siguen utilizando la espera para mirar por sus respectivos patrimonios.
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