Ayer fue un día de fiesta en toda España y, en especial, en Zaragoza, donde un año más miles de mañicos celebraron por todo lo alto la festividad de su patrona: la Virgen del Pilar. Sin embargo, aquí en Sevilla, casi en la otra punta del país, también se vivió junto a una titular del mismo nombre la onomástica, concretamente en la collación de San Pedro, por donde procesionó en la tarde de ayer 'La Pilarica Hispalense'.
Y es que más allá de las salidas de las Vírgenes del Rosario de Los Humeros y Triana, lejos del río, se paseó por las calles del corazón de la ciudad una de las tallas marianas letíficas más particulares de cuantas lo hacen en la capital andaluza. Así, sobre la columna que da nombre a su advocación y entronizada en un paso de inspiración gótica, celebró su día acompañada de cientos de cofrades que no quisieron perderse la primera procesión que sale desde San Pedro desde que terminaron sus obras de remodelación.
De este modo, y como suele ocurrir con todas las devociones marianas, la Virgen del Pilar también se hizo presente en Sevilla, incrustándose entre medios de un ciclo del Rosario que acaba de comenzar y que, sin duda, marcará todo lo que nos queda de octubre y las primeras horas de noviembre. Sin embargo, y pese a ello, el centro no tuvo más ojos en la tarde de ayer que para una de las vecinas más señeras de la zona de San Pedro, ésa que reivindican como suya en todas partes de España y con más vehemencia si cabe en Zaragoza, pero que cada día de la hispanidad, por unas horas, también se siente hispalense.
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