lunes, 11 de octubre de 2010

Marcados por la lluvia

Lo de la hermandad de San Pablo con la lluvia en este 2010 es demasiado. De hecho, durante todo el año, el líquido elemento no ha parado de dar problemas a la corporación del Polígono. Primero fue en Cuaresma, cuando las precipitaciones causaron importantes goteras en el templo de San Ignacio de Loyola (recuérdalo aquí). Esto estuvo a punto de motivar que la cofradía tuviese que emigrar para realizar su salida procesional, algo que, tras varios cabildos de oficiales decidió no hacer. Eso sí, se vio obligada a tener que suspender todos sus cultos internos.

Ya el Lunes Santo, la cosa fue peor (releelo aquí). Bajo un cielo amenazante, la hermandad decidió ponerse en la calle rumbo a la Catedral. Todo fue bien hasta llegar a Luis Montoto, cuando un fuerte aguacero rompió un cortejo que, por la cabezonería de su hermano mayor (míralo aquí), se dirigió a prisa y corriendo hacia El Salvador, donde se resguardaron. A pesar de ello, las dramáticas imágenes que protagonizaron durante el camino hasta la colegial ha quedado grabado en la memoria de los cofrades como uno de los momentos más duros de la Semana Santa de este año, más allá de lo que se pudiese lucir la hermandad en su triunfal regreso a casa el Domingo de Resurrección.

Y por si todo esto fuese poco, el pasado sábado, la lluvia volvió a hacer de las suyas. En este caso, obligando a suspender el Rosario Vespertino que tenía previsto realizar la corporación con su imagen titular. De nada sirvió que las nubes no hubiesen descargado en las horas previas a la salida, incluso que sólo hubiese chispeado poco antes de que esta tuviese lugar. De nuevo, las precipitaciones volvían a cebarse con la hermandad de San Pablo, que se ha convertido en el blanco favorito de sus iras en clave cofrade y que, a buen seguro, ya estará esperando, paradójicamente, como 'agua de mayo' que llegue pronto el 2011.

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