Entre Los Humeros y Triana

Sevilla, como toda España, celebra hoy el día del Pilar y, por ende, el de la Hispanidad. Esa fecha en la que hace 518 años un tal Rodrigo de Triana avistó, por primera vez en la historia América. Un hecho que cambió el devenir de los tiempos en la capital hispalense, que se convirtió en el puerto de las Indias y, por tanto, centro del comercio mundial. Ahora, en torno a ese mismo río por el que surcaron carabelas y navíos provenientes del Nuevo Mundo, se vivirán intensas emociones cofrades, puesto que durante la jornada de hoy dos corporaciones letíficas procesionarán cerca de él.

Una lo hará desde el centro, concretamente a partir del convento de Santa Rosalía. Desde allí, a partir de las 11.00 horas, la Virgen del Rosario de Los Humeros emprenderá el camino de regreso a su casa, sita en la calle Torneo. Así, con las primeras horas de la tarde, volverá a reencontrarse con ese campanario que desafía las leyes de la gravedad y que, dentro de poco menos de un año, presidirá, como toda la fachada del templo, las portadas del Corpus Christi de 2011, con motivo del 250 aniversario de su bendición (recuérdalo aquí).

Y si la tarde comenzará en una orilla, el resto de horas se desarrollarán en la otra, junto a la Catedral de Triana. Y es que desde Santa Ana saldrá la patrona de capataces y costaleros, Madre de Dios del Rosario, la misma que desde hace unos meses lleva anunciándonos las Glorias en el cartel de este año (relee sobre ello aquí). Hoy, vivirá su día grande por las calles de un barrio que se volcará con ella, haciendo que procesione en loor de multitudes, quizás para que no note la ausencia de ese árbol en el que según García Rayo estaba recogida la historia del martillo en la ciudad (míralo aquí) o la de un Rafael Ariza que nos dejó hace muy poco (puedes verlo aquí).

Así, ya sin comercio ni barcos de por medio, el Guadalquivir volverá a ver un importante trasiego de personas por sus alrededores, todas ávidas de disfrutar de pasos y cofradías por las calles de la ciudad. Y es que Sevilla, sobre todo la parte cofrade, vaderá de nuevo a lo largo de esta jornada las orillas de su río, pero no cómo lo hizo hace siglos atrás, yendo de América a Sevilla y viceversa, sino haciéndolo para vivir el día entre Los Humeros y Triana.