jueves, 7 de octubre de 2010

Las hermandades como agente social

La peatonalización del centro de la ciudad está dando muchísimo que hablar desde hace tiempo. De hecho, fue conocerse los detalles del plan encargado de ponerlo en marcha y las críticas las críticas aparecieron como por arte de magia. En este sentido, las hermandades que radican en la zona han hecho oficial su postura al respecto, señalando que es inadecuado y que sólo traerá problemas para llegar al corazón de Sevilla, algo que les afecta de manera directa.

No en vano, uno de los principales factores que han tenido en cuenta las corporaciones para llegar a esta conclusión ha sido el hecho de que, como es lógico, no todos sus hermanos viven por la zona, razón por la cual cualquier complicación que les pudiese surgir en cuanto al acceso a las calles colindantes a su templo podrían hacer que la asistencia a los cultos, ya de por sí baja, fuese mucho menos. Es decir, que podría afirmarse que la idea de blindar el centro no convence ni a los vecinos más viejos del lugar.

Y es que, ¿de verdad nadie ha caído en que no toda la gente que acude a la zona, sea por una causa o por otra, no vive allí? Por suerte, las hermandades sí tienen en cuenta este detalle y, sabedoras de su importancia e influencia social en la ciudad, parecen dispuestas a hacerse oír e intentar provocar algún cambio en este sentido. La pena es que en el Ayuntamiento, todo lo que suene vinculado a lo clásico o a lo clerical chirría y molesta. Por ello, no estaría de más que unos colectivos tan vinculados a lo divino y lo santo pudiesen obrar este pequeño milagro.

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