El año pasado, una de las noticias del Viernes de Dolores estuvo en la hermandad de La Corona, que tras haber hecho desde sus orígenes estación de penitencia en el Palacio Arzobispal, dejó de hacerlo coincidiendo justo con la llegada a Sevilla de monseñor Asenjo. A este respecto, el cabeza visible de la iglesia hispalense alegó que necesitaba tiempo para aclimatarse a la ciudad, para instalarse en ella, por lo que pidió que la cofradía aceptase no pasar por allí en 2010.
Muchos vieron en este gesto el primes revés del nuevo pastor de la ciudad al mundo de las cofradías, habida cuenta de que los capirotes y los pasos no son excesivamente de su gusto. Sin embargo, un año después, donde muchos dijimos digo tenemos que decir diego, porque, de nuevo, la corporación del Sagrario visitará la casa grande de Virgen de los Reyes, volviendo a dejarnos una estampa que ya forma parte indefectible de las Vísperas de la ciudad, en las que esta hermandad se ha consolidado con el paso de los años.
Así pues, toca entonar el 'mea culpa' y arrepetirse de críticas que arreciaron pero carecieron de sentido, ya que sólo tuvo que pasar la 'tormenta' para que las aguas volvieran a su cauce. Quien sabe, a lo mejor este detalle, como en la película 'Casablanca', puede marcar "el comienzo de una bella amistad" y facilitar en un futuro no muy lejano la culminación de un sueño de esta cofradía: entrar en Carrera Oficial. Aunque, visto lo visto, mejor no ponerse adelantar acontecimientos y seguir mirando al rio sin pensar en que pueda llegar al mar.
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