martes, 1 de marzo de 2011

Como hace un siglo

Desde hace tiempo, Sevilla no puede aguantar más la espera. En esta pre-Cuaresma que parece eterna, pero que ya comienza a despedirse de nosotros, ya ha habido corporaciones que han vivido sus primeros cultos externos, celebrando Via Crucis como el del Señor de la Buena Muerte de La Hiniesta, a finales de enero, o el del Señor de las Tres Caídas, durante su traslado a Santa Ana para presidir sus cultos, el pasado domingo. Precisamente este último nos brindó una estampa que para muchos era prácticamente desconocida, al menos en vivo, puesto que sólo habíamos podido contemplarla en fotografías antiguas.

Y es que el Vecino más antiguo de la calle Pureza partió hacia la casa de su Abuela con una cruz distinta a la que desde hace años le acompaña. Tanto es así, que no se trata de la típica de forma arbórea, sino plana, en madera y plata, que, salvando las distancias, evoca la de carey del Nazareno de La O. En este sentido, la corporación de la Esperanza de Triana la tenía expuesta en el coro de su capilla y, aprovechando las obras del templo, la restauró, decidiendo que el Señor la utilizase para este primer culto externo de 2011.

Así, para sorpresa de muchos, atravesó asido a ella el dintel de la capilla de Los Marineros y paseó brevemente por las calles del barrio, recordando una imagen que no tenía lugar desde principios del siglo XX, cuando la cofradía se hizo con la mencionada cruz. Por eso, quienes abarrotaron las principales arterias del arrabal marinero se encontraron con este premio inesperado, que fue captado para la posteridad por cientos de cámaras digitales que congelarán para siempre ese pedazo de historia. Y todavía hay quien defiende que en el mundo de las cofradías cada año es exactamente igual al anterior...

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