Parece que es nuestro sino, que cada vez que hay algo relacionado con el mundo de las cofradías nos encontramos con la lluvia en el camino. Ya nos sucedió en la Cuaresma del año pasado, en la que el paraguas no nos abandonó hasta poco antes de la Semana Santa, donde nos vimos de nuevo obligados a cogerlo el Lunes Santo (recuérdalo aquí). No obstante, el líquido elemento volvería después a hacer acto de presencia, dejando varias Glorias y Rosarios de la Aurora en casa. Y este año, vamos por el mismo camino.
De hecho, salvo el lejano Vía Crucis del Señor de la Buena Muerte de La Hiniesta, a finales de enero, ningún otro se ha podido desarrollar con total normalidad, a excepción del protagonizado por el Cristo de la Salud y Buen Viaje de San Esteban. No en vano, en Pino Montano y La Paz las previsiones provocaron que el primero no saliese y el segundo estuviese menos tiempo en la calle. También se quedó en su parroquia el pasado miércoles el Señor de las Cinco Llagas de La Trinidad. Pero la cosa no acaba ahí, puesto que para hoy, cuando debería salir el del Cristo de la Sentencia, la meteorología promete no darnos tregua.
Y, para más inri, las dos primeras citas grandes de esta Cuaresma, el histórico Via Crucis del Señor de la Salvación de La Soledad de San Buenaventura, mañana, y el del Consejo, presidido por el Cristo del Soberano Poder, de San Gonzalo, el próximo lunes, corren peligro de no celebrarse por riesgo de precipitaciones. Con todo ello, una vez más, sólo nos queda esperar, nunca mejor dicho, que pase la tormenta y que, esta vez con razón, se equivoquen las predicciones y nos dejen disfrutar de esas fechas que llevamos tantísimo anhelando. Ojalá desde ahí arriba quieran darnos y una tregua, permitiéndonos disfrutar de su presencia por aquí abajo.
.gif)
No hay comentarios:
Publicar un comentario