Vivimos ya en plena Feria de Abril (curioso que lo siga siendo también este año en el que se celebrará íntegramente en mayo), pero el mundo de las cofradías continúa avanzando. Ahora, mira hacia las Glorias, cuyo cartel, obra de Carlos Peñuelas, ya se dio a conocer durante la pasada semana, por lo que la ciudad ya sabe cómo se le va a anunciar la llegada de ese periodo, que arrancará con el Pregón del próximo día 14 de Abel González, en el que no habrá prácticamente domingo en el que no habrá una Virgen paseando por Sevilla.
De momento, y como preludio, estamos al amparo de un farol de la corporación letífica de la Alegría, de San Bartolomé, que según el autor sintentiza "la luz que este ciclo de procesiones arroja a la capital hispalense". Por ello, el pintor ha decidido utilizarlo como único motivo de su composición, retrotrayéndonos a aquella época inicial de las Glorias, hace siglos, en la que estas hermandades rendían culto a la Madre de Dios no mediante tallas, sino con un simpecado que iba iluminado por sendas lámparas labradas en plata.
Y como era de esperar, tras su presentación se ha abierto el debate sobre la idoneidad o no de la obra. Hay quienes defienden su carácter innovador y capaz de resumir decenas de procesiones en una sóla imagen común a todas. Mientras, están los que critican su simpleza, apuntando que no transmite nada y que, por tanto, no cumple su función de llegar al público. Sea como fuere, lo que queda claro es que sí que va en consonancia con su principal misión, la de hacernos ver que las Glorias ya están a la vuelta de la esquina.
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