jueves, 19 de mayo de 2011

A unos tanto...

Mañana, Triana y Sevilla volverán a unirse por una cofradía. En concreto, con motivo de una salida extraordinaria que llevará desde Santa Ana a la Catedral a la imagen del Cristo Rey, aprovechando que se cumplen  125 años desde que la comunidad religiosa que lo tiene como titular llegase al viejo arrabal marinero. Para ello, contarán con el apoyo de una hermandad que tuvo sus orígenes en esta zona de la ciudad, Las Aguas, que cederá su anterior paso de misterio para que tenga lugar la procesión.

Pero, más allá de este dato, hay otro que, a buen seguro, levantará polémica. Y es que hace unos meses, el delegado diocesano, Manuel Soria, desechó la posibilidad de que el Señor de la Salvación de San Buenaventura fuese a la Seo durante el Vía Crucis que conmemoraba el 75 Aniversario de su hechura (recuérdalo aquí). Sin embargo, ahora Palacio no ha puesto ningún tipo de objeción a que esta advocación, que con el debido respeto no es ni mucho menos una de las más importantes de la ciudad, vaya al templo metropolitano para un acto prácticamente idéntico. De hecho, la única diferencia es que mientras en Carlos Cañal las relaciones entre la hermandad y los franciscanos son bastante tirantes, en Triana ocurre todo lo contrario.

Queda claro, por tanto, que al Arzobispado le sigue importando más la jerarquía eclesiástica que la devoción popular, algo que en Sevilla, lamentablemente tanto para él como para nosotros, ocurre justamente al revés. Y nadie parece dispuesto a explicárselo ni a bajarlo del burro. Por ello, las diferencias y los agravios comparativos entre corporaciones se siguen produciendo y cada vez en mayor medida, hasta el punto de que hay algunas con total manga ancha para hacer cuanto quieran y acaparar protagonismo mientras que otras parecen condenadas sin remedio al ostracismo. Menos mal que según las Escrituras "todos somos iguales". Qué pena que los subcontratados de Dios se les haya pasado ese reglón por alto.

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