sábado, 14 de mayo de 2011

Volvemos al principio

Hoy por fin se puede decir: comienzan las Glorias en Sevilla. Y qué ganitas teníamos de que llegaran. Buena muestra de ello pudo verse ayer, en el traslado de la Virgen del Rosario de Los Humeros a la Catedral para presidir el acto que a partir de las 21.00 horas descorrerá definitivamente el cerrojo de la puerta de este nuevo ciclo de procesiones, el Prégón que pronunciará Abel González. Sin embargo, como esperar para ver pasos por las calles nunca ha sido el fuerte de esta ciudad, justo cuando en el templo metropolitano se anuncie que la ciudad vuelve a ser un año más la 'Tierra de María Santísima', la primera corporación letífica ya habrá salido.

Será en pleno centro, en la calle Guzmán el Bueno, donde San José de la Montaña dejará por unas horas la casa-hogar que lleva su nombre para reencontrarse con una capital hispalense que lo recibirá con los brazos más abiertos que nunca, puesto que esta primavera que ahora comienza ya a tener trazas de verano se puso el traje de invierno cuando menos lo deseábamos. Por este motivo, no es de extrañar que muchos se acerquen hoy a disfrutar de esta cofradía que, aunque con el paso de los años se va consolidando, todavía pasa por ser una de las grandes desconocidas de la ciudad.

Pero como no sólo de Glorias vive mayo, también tendremos la posibilidad de elegir gracias a las dos primeras 'Ilegales' del año, que curiosamente nos retrotraerán a la víspera del Pregón de Cano-Romero, a la tarde del Sábado de Gloria. No en vano, ambas saldrán de barrios que fueron protagonistas entonces. Es el caso de la Virgen de la Soledad, que paseará por Los Arcos tal y como lo hizo la de las Maravillas entonces, mientras que en la zona de Miraflores será el Señor de la Humildad el que tome el relevo de Clemencia y Fe.

Así, tres semanas después del diluvio, volvemos casi al principio, a ese preludio de un nuevo inicio en el que se entremezclan pasos y versos, marchas y atriles, lo que está por llegar y lo que ya estamos disfrutando. Esta vez con más ganas que nunca, por lo que la lluvia nos robó cuando debió no aparecer. Pero eso, nunca mejor dicho, ya es agua pasada. Porque a partir de hoy las Glorias campan a sus anchas por Sevilla, haciendo que no haya fin de semana sin procesiones y la espera un poco más dulce hasta que podamos empalagarnos de nuevo de túnicas y capirotes.

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