Último domingo de mayo y, como ayer, tenemos por delante una nueva maratón cofrade, aunque bien es cierto que de dimensiones menores que la de ayer. No obstante, todo comenzará mucho más temprano, a primerísima hora de la mañana. Entonces, en la Magdalena, la Virgen del Amparo realizará un Rosario de la Aurora de carácter extraordinario para conmemorar los primeros 275 años de vida de la corporación. Por este motivo, su feligresía se vestirá de otoño, acompañándola con el mercurio apretando más de la cuenta en este paseo en el que conocerá la ciudad en el mes de las flores.
Poco después, Torreblanca también jugará con el tiempo, avanzando con su Corpus un Junio Eucarístico que está a la vuelta de la esquina y que, como cada año, tiene su avanzadilla en el Distrito Este. Algo similar ocurrirá en la procesión de impedidos de La O, que llevará a la calle Castilla un ambiente cofrade que servirá para preparar la tarde, en la que todo se desbordará. De ello se encargarán dos Cruces de Mayo, las de La Paz y Los Gitanos, pero, más que nada y como es norma en esta ciudad por estas fechas, las Glorias.
Estas se pasearán por San Bartolomé con la Virgen de la Alegría, que resucitará una feligresía que el resto del año parece estar sumida en un letargo eterno que sólo se rompe cuando mayo toca a su fin. Pero también en la Ronda, donde la Divina Pastora de Capuchinos volverá a reencontrarse con sus fieles, que como todos los años la acompañarán en cada uno de sus pasos. Y así, entre marchas e incienso, avanzaremos hacia el inicio de una nueva semana que, a diferencia del resto, no comenzará con la vuelta a la rutina, sino con pasos por las calles...
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