El mes más marinero del año, sobre todo en clave cofrade, ya ha dado comienzo. No en vano, en los próximos días abriremos el ciclo de la Virgen del Carmen, que traerá por las aguas del Guadalquivir a las de Calatrava y Triana, convirtiendo por unas horas el río en un mar de devociones. Sin embargo, hoy la procesión encargada de inaugurar por todo lo alto esta séptima hoja del calendario no paseará cerca de la denominada 'calle más larga de Sevilla', aunque sí tendrá al líquido elemento como fiel testigo. Será en Torreblanca, donde el Inmaculado Corazón de María romperá la quietud del Canal de los Presos.
Será a través de los sones que la acompañarán a cada paso, en una tarde de verano que evocará al barrio aires de septiembre, de una romería de la que la propia Virgen es protagonista y cuya celebración está marcado a rojo en el calendario. Pero hoy no habrá necesidad de simpecado ni de caballos, puesto que será Ella misma quien salga a devolver la visita a sus vecinos, a esas tres generaciones que, como el propio arrabal, han crecido a su lado y que desde hace bien poquito, menos de un lustro, por fin la ven procesionar por sus calles como siempre habían soñado.
Así, momentáneamente, el Canal de los Presos hará las veces de río, con sus aguas corriendo y sirviendo de metáfora de lo que aún está por venir en un ciclo en el que las Glorias tienen nombre de mujer y rango de capitana. Pero hasta que eso ocurra, el protagonismo cofrade de la jornada estará en Torreblanca, junto a un Inmaculado Corazón que nos permitirá poder ver pasos en esta semana en la que aún colean, aunque ya con cierta lejanía, los ecos de los Corpus. Aunque hoy todo será diferente, porque ya no es el Santísimo quien acapara protagonismo, sino una Virgen María que, como nosotros por el calor, viene buscando el agua.
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