En los últimos tiempos se está hablando muchísimo más del Pregón de la Semana Santa que nunca. Y no necesariamente del que realizó Fernando Cano-Romero en el atril del Maestranza el pasado mes de abril, sino de las posibles novedades que podrían rodear a sus próximas ediciones. Así, al tradicional debate sobre la ideoneidad de celebrar el acto en algún sitio con mayor aforo que un teatro, se sumó hace relativamente poco la intención del Arzobispado de intervenir en la elección del pregonero (recuérdalo aquí). Pues bien, ahora desde el propio Consejo se da una nueva vuelta de tuerca al asunto.
Lo ha hecho su propio presidente, Adolfo Arenas, quien en una entrevista concedida a ABC ha confirmado que, en su opinión, el formato actual de este acto "se está agotando". Es decir, que a su juicio habría que ir más allá de los cánones tradicionalmente establecidos e inventar nuevas fórmulas como, por ejemplo, las que se dan en los de otras ciudades como Málaga, en los que el tradicional discurso tras un atril se ha fusionado con elementos gráficos, musicales y tecnológicos, tal y como pudo verse en el efectuado por Antonio Banderas este mismo año. Pero, analizándolo fríamente, ¿eso sería posible aquí en Sevilla?
No cabe duda que la simple posibilidad de que esto pudiese ocurrir llevaría a muchísimos puristas a rasgarse las vestiduras y decir que el Pregón "ha sido siempre así y no tiene que cambiar", mientras que otros abrirían la puerta a un cambio que, para qué negarlo, podría volver a revitalizar un acto que parece ir en una irrefrenable cuesta abajo. ¿Podrían estas palabras de Arenas abrir las puertas del Maestranza a gente como Pascual González, que a buen seguro revolucionaría el formato? ¿O sólo es un globo sonda lanzado públicamente para ver qué pasa? ¿Y qué dirá Asenjo? Habrá que esperar acontecimientos de aquí a, como mínimo, la elección del próximo pregonero. Pero, cuanto menos, parece que algo está empezando a cambiar.
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