El tiempo de los 'jartibles'

El verano se hace notar de lo lindo, haciendo que el mercurio tenga que hacer horas extra y las temperaturas estén muchísimo más alta de lo que la mayoría desearíamos. Con este panorama, no son pocos los que han buscado ya asilo en las playas, dejando la ciudad semidesierta, pero sin que se pierdan las ganas de Semana Santa. Y no sólo porque estamos a las puertas del fin de semana de la Virgen del Carmen, el más cofrade de todo el verano, sino también porque precisamente con este decorado que a priori parece tan poco propicio para ello, hemos llegado al tiempo de los 'jartibles'.

Porque aunque el Domingo de Ramos aún se vea demasiado lejos, para muchos las ganas de pasos están presentes todo el año, más allá de las procesiones e, incluso, lo que marque el calendario. Tanto es así que, pese a los 40 grados en la sombra, no falta calle en la que no suene alguna marcha retumbando en la radio de un coche, ni personaje que haga las veces de un improvisado corneta silbando a pleno pulmón todo el repertorio que sabe. Da igual que sea con el asfalto hirviendo o con los pies llenos de arena y el mar de fondo. Como tampoco faltan los DVDs cofrades en sesiones de persiana bajada para hacer hora hasta la tarde. Así ha sido siempre, en cualquier sitio en el que haya alguien a quien el pecho le lata a ritmo de ordinario.

Y es que puede que para muchos sea inconcebible que se piense en primavera cuando el calor es asfixiante, cuando queda tanto por delante. Pero es precisamente en estas circunstancias en las que el veradero 'jartible' se destapa, dejando claro para aquellos que lo dudan todavía que la Semana Santa de Sevilla, más allá de ser una fiesta que da sentido a la ciudad es un sentimiento, casi una forma de vida que se disfruta todo el año. Porque engancharse en Cuaresma es fácil. Sólo los verdaderos cofrades son los que no esperan que lleguen las fechan que invitan a esperar, sino que lo hacen siempre, a su manera, entre recuerdos y retazos de lo que este año no pudo ser pero siempre estamos deseando.