sábado, 15 de mayo de 2010

Que no nos falte de nada

Desde que comenzó el mes de mayo, no podemos quejarnos de ambiente cofrade. Sobre todo los fines de semana, en los que casi no hay esquina de la ciudad en la que no podamos ver un paso. Pero, sin duda, el día de hoy se lleva la palma, ya que, salvo túnicas y capirotes, podremos disfutar de un sinfín de posibilidades cofrades. Así, Sevilla volverá a escuchar diálogos entre varales y bambalinas junto al templo mudejar de San Marcos. Desde allí, saliendo de la capilla de Los Servitas, la Virgen del Buen Fin de La Lanzada regresará a San Martín en loor de multitudes, llegando por primera vez en su historia a puntos como El Pumarejo o la calle Feria.

Pero no será la única imagen mariana que pasee por las calles hispalenses hoy. De hecho, tendremos nuestra ración de Glorias en Las Avenidas, con la salida de una Virgen de la Salud que, a falta de parroquia ,volverá a demostrar cómo el cariño de los suyos es capaz de mover montañas. Más lejos del centro, los barrios de Valdezorras, Los Arcos y Sevilla Este saborearán el más puro sabor a mayo gracias a la Virgen de las Veredas, a la de  la Soledad y a la de la Misericordia, respectivamente.

Incluso, habrá un Cristo que saldrá esta tarde. Será en Santa María de Ordás, donde el Señor de la Humildad y los sones de Virgen de los Reyes nos transportarán, por unos momentos, a nuestra Semana Mayor. Y, por si fuera poco, no faltarán Cruces de Mayo. Como las de Los Negritos, Santa Genoveva y La Mortaja y San Pablo. ¿Algo más? Pues sí. Porque desde el mediodía, junto al Sánchez Pizjuán, resonarán con fuerza las marchas procesionales que interpreten las bandas participantes en el certamen Pro-Haití que organiza la hermandad de San Benito.

Como ven, si hoy hay alguien que se queda sin disfrutar de ambiente de cofradías es, simplemente, porque quiere. Y es que es cierto que la jornada de hoy no es para nada comparable a cualquiera de Semana Santa, pero sí es de ésas que hacen mucho más llevadera la espera. Porque esta noche, cuando muchos regresen a sus casas tras paladear tan profuso menú, mirarán al cielo y dejarán escapar, junto a un suspiro, una frase que sintetiza un sinfín de sensaciones en apenas tres palabras: Ya queda menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario