El año de las extraordinarias

A este paso, el 2010 se va a convertir en el año con el récord absoluto de salidas procesionales extraordinarias en Sevilla. De hecho, hace un par de semanas vivimos la primera, la de la Virgen del Buen Fin de La Lanzada con motivo del bicentenario de su hechura. Y todavía nos quedan por delante las de La Estrella, Montesión, La Macarena y Los Panaderos, esta última por dos veces. Sí han leído bien, porque la Virgen de Regla saldrá en septiembre para ser coronada canónicamente y antes, el 11 de junio (horas antes de que en San Jacinto vuelva a respirarse el aire de un Domingo de Ramos), lo hará por las calles de la feligresía en andas.

Inicialmente, la corporación de la calle Orfila había pensado realizar, con motivo de la coronación, un triduo itinerante a la Virgen en las parroquias de los tres barrios de la ciudad en los que ésta tiene más hermanos. Sin embargo, el Arzobispado no autorizó esta medida, que, finalmente, ha sido sustituida por esta salida extraordinaria durante la cual se realizará el rezo de la Corona de las Doce Estrellas, compuesta por San José de Calasanz hacia 1628. Además, visitará los templos de San Martín, San Juan de la Palma, Montesión, San Pedro y la Misericordia, además de los conventos de las Hermanas de la Cruz y El Pozo Santo.

Así, podrán disfrutarse de estampas inéditas que evocarán los recuerdos del último Miércoles Santo y servirán de preparación a la coronación canónica de septiembre. Y es que la Virgen de Regla será la primera que salga hasta tres veces en el mismo año, todas con un ambiente diferente, pero siendo siempre el centro de atención de quienes se acerquen a disfrutar de su hermosura por las calles de la ciudad. Porque habrá quienes critiquen tanta salida extraordinaria, pero todos los puntos del recorrido se volverán a llenar de gente que ve que aún queda un mundo para una nueva Semana Santa, pero que gracias a cosas como ésta parece que están mucho más cerca. De hecho, es justo que en el año en el que estamos obligados a esperar más que nunca entre un Domingo de Ramos y otro sea también el más prolífico en procesiones extraordinarias.