Una Madrugá al revés

Esta noche, cuando el reloj llegue a las doce y la Virgen del Buen Fin de La Lanzada salga de la parroquia de San Marcos y, tras rodearla, entre en la capilla de Los Servitas, Sevilla tendrá morriña de la Madrugá. Y es que ver una imagen por las calles más allá de la 'hora bruja' lleva casi implícita la alusión a la única jornada de nuestra Semana Santa en la que todas las cofradías coinciden bajo la luz de la luna.

Quizás por ello, la actualización de hoy va dedicada a ella, aportando un nuevo punto de vista que, además, podría solucionar, en parte, sus principales problemas de horario. Para ello, no sería necesario reducir los cortejos de sus hermandades, sino, simplemente, reformular un poco la Carrera Oficial. En este sentido, si se rescatase lo que durante muchísimos años se hizo el Sábado Santo, poniendo el palquillo en Virgen de los Reyes, siguiendo después por la Avenida de la Constitución, Plaza Nueva, Méndez Núñez y terminando en la Magdalena, no sólo se eliminarían puntos conflictivos como los de Reyes Católicos (cruce de La Esperanza de Triana y El Gran Poder) o Cuna-Orfila (La Macarena y Los Gitanos), sino que, además, se evitarían rodeos kilométricos como los que tiene que dar la corporación de San Lorenzo por El Arenal.

Así, la Madrugá podría comenzar a la misma hora que actualmente, justo a la medianoche en La Macarena, ya que tanto la corporación del Arco como las de El Silencio y El Gran Poder no tendrían que efectuar cambios a este respecto. Sí los habría en Carrera Oficial, que se abriría a las 3.05 horas por parte de la 'Madre y Maestra' que, por otra parte, podría regresar a casa media hora antes que ahora, a las 5.00 horas, pudiendo bajar directamente por La Campana. Más tiempo ahorrarían el Señor de Sevilla, que podría entrar a las 7.00 horas en lugar de a las 8.00 horas, y la Señora de San Gil, que estaría en su basílica a las 12.30 horas.

Por su parte, El Calvario saldría a las 4.30 horas (45 minutos más tarde), entrando a la misma hora que actualmente. La Esperanza de Triana pondría su cruz de guía en la calle a las 3.15 horas (60 minutos más tarde), pudiendo regresar a las 12.45 horas. Finalmente, Los Gitanos se echarían a la calle a las 3.45 horas (45 minutos más tarde), llegaría a la Catedral a las 7.50 horas (casi igual que ahora) y cerraría la jornada hacia las 14.00 horas. Sería, pues, una opción interesante y que podría beneficiar a la organización de una noche con importantes dificultades en este sentido. El tiempo dirá si la solución a los problemas de horario de la Madrugá puede conseguirse a través de esta idea o con otras. Lo que sí es cierto es que, independientemente del modo, es fundamental lograrlo, sobre todo para el buen funcionamiento de una noche de la que los cofrades nos acordamos todas las demás del año.